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El conflicto entre el Ayuntamiento de Gijón y la Autoridad Portuaria por la disputa de la franja litoral de Naval Azul alcanza su cota máxima. ... Tras acusar el Puerto al Consistorio de «deslealtad» el equipo de gobierno que encabeza la alcaldesa Carmen Moriyón aprobará el lunes un requerimiento formal para que el actual equipo directivo de El Musel complete la cesión de la franja costera y finalice el expediente relativo a la misma. El Consistorio gijonés dará al Puerto un plazo máximo de 30 días para hacerlo. En caso de no atenerse a ello, la cuestión se elevará, de forma automática, por vía judicial.
Al margen de este aspecto, el lunes será una fecha para guardar en el calendario en el Ayuntamiento de Gijón. La junta de gobierno se reunirá con carácter extraordinario para iniciar la tramitación para el plan especial de Naval Azul, poniendo así en marcha la cuenta atrás para la transformación del terreno en un polo de economía azul. El Consistorio como propietario mayoritario del ámbito (tiene el 60% del suelo tras la adquisición de la parcela que pertenecía al Puerto) quiere empezar ya a ejercer sus competencias urbanísticas. El trámite al que se dará inicio el lunes es un paso previo necesario para la concesión de las licencias que deriven en la instalación de empresas vinculadas al mar.
Este proceso tendrá una duración estimada de dieciocho meses, durante los cuales, el Ayuntamiento, a través de la concejalía de Urbanismo y la concejalía de Infraestructuras Urbanas y Rurales, acondicionará provisionalmente el terreno, abriendo así toda la zona para uso y disfrute de la ciudadanía. Estos trabajos darán comienzo de forma inmediata con cargo a los 600.000 euros consignados en el presupuesto municipal de este año.
En este sentido, los pliegos del Plan Especial, sobre el que los técnicos de Urbanismo llevan meses trabajando a fin de una inminente licitación, establecen las condiciones bajo las cuales se ordenará el futuro polo empresarial. Es el caso de la transformación del espacio industrial para convertirlo en el motor del cambio para la zona oeste, ante la inevitable tendencia de extender el centro urbano por la costa y hacia las nuevas estaciones, la recuperación de una parte significativa de la fachada marítima para el uso público, la introducción de usos productivos vinculados a la industria azul, dotar al barrio del inicio de una nueva conexión viaria, configurar un borde urbano mediante edificios singulares, mejorar y completar las comunicaciones existentes, garantizar la permeabilidad del frente edificado hacia los espacios libres u organizar a lo largo del borde marítimo un espacio libre para uso y disfrute público, que conectará con el espacio libre actual de la playa de Poniente.
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