

Secciones
Servicios
Destacamos
Tenía que entrar en vigor, y sobre el papel lo hizo, el 1 de enero de 2007. Pero no fue así. La primera comunidad en ... empezar a aplicar la Ley de la Dependencia fue Asturias, y no lo hizo hasta el 23 de abril de aquel año. Nació sin memoria económica, así que pronto la medida considerada 'excepcional', que los dependientes fueran cuidados en su casa por un familiar, se convirtió en la mayoritaria, por su bajo coste. Su nombre oficial es Ley para la Promoción de la Autonomía Personal y Atención a Personas en Situación de Dependencia, pero pronto acortó tanto su nombre como su eficacia: la ley que nació para garantizar servicios a las personas con algún tipo de impedimento para su plena autonomía vital se quedó en Ley de la Dependencia, protagonizada por ayudas menores a personas mayores.
Y ahora, cuando cumple su mayoría de edad, el Gobierno central plantea una reforma integral de una ley nacida hace 18 años sin aclarar, otra vez más, su respaldo financiero. Un déficit que, los más críticos, dicen que seguirá marcando la evolución de este anteproyecto que llevó el 11 de febrero al Consejo de Ministros el titular de la cartera de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Pablo Bustinduy.
No solo ha puesto el dedo en ese déficit el Observatorio de la Dependencia, sino también el presidente de Cocemfe en España. Anxo Queiruga mostró su apoyo «a los avances recogidos en el anteproyecto», sin olvidar que «en lo referido a autonomía personal detectamos falta de concreción en cómo se van a materializar los derechos reconocidos o ampliados», además de su preocupación por «los mecanismos que garantizarán recursos suficientes para su despliegue en todos los territorios del país». Una preocupación que también tienen las comunidades autónomas.
En Asturias, la directora general de Gestión de Derechos Sociales, Paula Álvarez lo deja claro: «Es necesarios que las mejoras vayan dotadas de presupuesto».
Ella también responde a la pregunta ¿Qué supone este cambio legal para los 34.855 asturianos que, al empezar el mes de marzo, ya sabían que tienen derecho a una ayuda por su falta de autonomía personal? La respuesta es tajante: muy pocas.
Como resume Paula Álvarez, el anteproyecto «más bien implica una reafirmación de los cambios y de los pasos que ya venimos dando desde el Principado». Es decir, la futura norma absorbe no solo medidas ya en vigor en la región, sino también la filosofía que ha aplicado la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar para cambiar el modelo de cuidados de larga duración.
Clona la ley, dice la directora de Gestión de Derechos Sociales, «todo el planteamiento en relación al nuevo modelo de cuidados, que en Asturias se traduce en la estrategia CuidAs, que ya está suficientemente extendida», en referencia a la creación de unidades de convivencia de pequeño tamaño en contra de macro geriátricos.
Y, clona también, propuestas que ya están en vigor en la región. «Como una mayor flexibilización de los servicios y prestaciones que se conceden a las personas en situación de dependencia».
Pago a familiares: Se suspenderá la moratoria. En Asturias nunca se aplicó.
Teleasistencia: Será gratis. En Asturias ya lo es.
Ayuda a Domicilio: Habrá más horas al mes. En Asturias ya las hay.
Compatibilidad: Se podrán disfrutar varias ayudas. En Asturias ya se puede.
Apertura: Habrá ayuda a domicilio en el exterior. En Asturias ya la hay.
Ejemplos prácticos: «Otro de los ejes que vertebra esta reforma de la ley es el que incide en superar la revisión que se había realizado en 2012 para endurecer las condiciones de acceso a la prestación económica de cuidados en el entorno familiar o la reducción de la intensidad de la ayuda a domicilio», apunta Paula Álvarez que, a renglón seguido, sentencia: «En Asturias, en ambos casos está superado»
Lo dice porque, aunque las comunidades autónomas pudieron suspender «durante dos años el abono de la prestación del cuidados en el entorno familiar», la decisión del Principado fue «reconocerla como el resto de prestaciones económicas, a los seis meses de presentación de la solicitud. Es decir, que si había un retraso en el reconocimiento de la prestación económica al cuidador familiar se abonaban los atrasos con carácter retroactivo los atrasos como con el resto». En Asturias son 13.130 las personas, en su mayoría mujeres de más de 50 años, las asalariadas para cuidar de un pariente, en su mayoría marido o hijo, con dependencia.
Sobre la intensidad de ayuda a domicilio, que ya reciben 7.966 asturianos, «desde el verano de 2023 adaptamos nuestra normativa para incrementar la intensidad». En Asturias se ofrecen entre 20,2 y 70 horas mensuales de ayuda a domicilio. La media nacional oscila entre las 18,4 y las 61,7.
También en Asturias es ya universal y gratuita la teleasistencia que ahora quiere multiplicar la ley. Tampoco es nuevo para el Principado lo de compatibilizar derechos: «La compatibilidad entre acudir a un centro de día público y recibir ayuda a domicilio ya existe en Asturias». Como la de abrir al exterior el servicio de ayuda a domicilio «ya ofrecemos que pueda facilitar la vida en el entorno comunitario».
Nació poco después de la entrada en vigor de la Ley para la Promoción de la Autonomía Personal y Atención a Personas en Situación de Dependencia. Y, como ella, también resumió su nombre: Observatorio de la Dependencia .
El ente creado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales es el 'pepito grillo' que evalúa anualmente el cumplimiento real de la ley. Es un examen a la labor realizada por cada comunidad autónoma y del que Asturias solo salió bien parada en tres ocasiones: en el primero, 2008, cuando logró un 6,5, para bajar al 5 en los realizados en 2014 y 2021. En el resto, siempre ha suspendido.
Como lo hace también el anteproyecto de ley que ha llevado al Consejo de Gobierno el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Aunque Pablo Bustinduy ha dejado claro que el texto está sometido a mejoras antes, siquiera, de que llegue al Congreso, el Observatorio de la Dependencia ya ha dado un primer veredicto «sin incrementos de financiación, los nuevos derechos que esta reforma de la ley propone reconocer, quedan en papel mojado».
Su presidente, José Manuel Ramírez, entiende que lo anunciado es «pura cosmética del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), que sólo servirá para generar falsas expectativas a las personas en situación de dependencia y a sus familiares». Señala, además, que muchos de los cambios son «de hecho, realidades ya asumidas por muchas comunidades autónomas».
«Lo más grave», apunta «es que algunos de los cambios que propone ya habían sido acordados por el Gobierno y las comunidades . Varios años después no se cumplen no porque no exista una norma sino, simplemente, por falta de financiación».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.