Así es la nueva sede de la Policía Local de Gijón, que empezará a recibir agentes en junio y abrirá al público tras el verano

Las 300 personas que integran la plantilla policial irán moviéndose a su nuevo lugar de trabajo por fases, cada servicio «cuando veamos que se puede cambiar, porque siempre hay pequeños detalles que solo se ven en el momento de la mudanza», indicó la concejala Nuria Bravo. Los primeros policías que estrenarán el edificio, colindante con el Palacio de Justicia, serán los que integran las unidades operativas, «que son los agentes que trabajan en la calle». Será ya para después del verano, «que es un momento muy intenso y en el que en la ciudad hay mucho movimiento de gente local y de fuera», cuando hagan lo propio los servicios administrativos y, con ellos, la atención al público, que hasta ese momento seguirá prestándose en la calle San José. No obstante, «se irán lanzando avisos a la ciudadanía» a medida que se vayan cambiando de ubicación estos servicios, toda vez que durante un tiempo las dos sedes estarán abiertas.

El último paso, a finales de año, será el traslado del centro de control, «que es el corazón de la comisaría» y que aún está a la espera de la adjudicación, suministro e instalación de los nuevos equipos que se estrenarán en esta sede del Polígono. «Será una de las joyas de la corona» de las nuevas dependencias, destacó el jefe de la Policía Local sobre esta sala de supervisión y comunicaciones, que hasta que pueda estar plenamente operativa convivirá con la de la calle San José. A falta de su montaje, Artime sí pudo mostrar a la alcaldesa dónde irán por ejemplo las grandes pantallas desde las que «se controlará toda la ciudad», así como las características de este espacio de la comisaría, que destaca por su gran altura y por la presencia en un altillo, con contacto directo y visión de todos los monitores, de una sala de emergencias en la que se podrán reunir centros de coordinación de servicios como el que hubo que constituir el pasado 28 de abril para gestionar los efectos en la ciudad del apagón general.

«No la imaginaba tan grande», comentaba la alcaldesa al conocer alguna de las estancias durante un recorrido en el que mostró especial interés por una zona específicamente pensada para la atención a víctimas de violencia de género, junto a la que habrá una sala acondicionada con mobiliario infantil para los niños. «Es un edificio realmente impresionante, detrás del cual hay mucho trabajo y mucha ilusión de todos los que han participado en su construcción», destacó por su parte la concejala Nuria Bravo sobre un equipamiento que empezó a construirse en 2020 y en el que el Ayuntamiento ha invertido 11,8 millones de euros.

La galería de tiro que alberga en uno de sus sótanos –una zona ya solo pendiente de un equipamiento para el que se están encontrando algunas dificultades y que, por defectos formales de las ofertas, va camino de otra licitación desierta– es «la otra joya de la corona» que celebra el jefe policial. «No creo que haya otra igual en España», destacó Arturo Artime durante la visita a las instalaciones. Este espacio de entrenamiento, que evitará tener que recurrir para hacer prácticas a las instalaciones del Club de Tiro Ensidesa, cuenta con una zona de tiro real, en la que se podrá disparar a siluetas estáticas o en escenarios móviles, y otra para simulaciones con gafas de realidad virtual.

Pero Artime también destacó, en la primera planta, las dimensiones del nuevo gimnasio y de unos enormes vestuarios «que dan imagen del tamaño que tiene la plantilla». En sus taquillas, con cerradura inteligente, cada agente podrá cargar sus equipos personales, como la PDA y el walkie-talkie. Y en esa misma planta, junto a la sala donde se realizará en cada turno el pase de lista, habrá una zona de descanso con cafetera, frigorífico y microondas.

En la planta baja, con un vestíbulo como única zona de acceso público sin acompañamiento, además de los despachos policiales habrá un ala reservada a los servicios municipales de informática, que cuentan ya desde hace un año en el sótano con el nuevo centro de procesamiento de datos (CPD) que constituye el 'cerebro' de todos los sistemas informáticos. Hay además dos plantas de garaje con cargadores eléctricos y capacidad para toda la flota de la Policía Local, algo que también constituye un avance con respecto a la situación actual, con varios coches que quedan en la calle, donde en ocasiones son objeto de actos de vandalismo.