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Menos de 24 horas después de ponerse al frente del equipo del Gobierno regional que negocia el fin del conflicto educativo en Asturias, la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, promete «una propuesta para mejorar la escuela pública asturiana». Lo ha hecho a las puertas del Museo de la Sidra de Nava, donde se pone en marcha esta mañana la Mesa de la Cultura Sidrera. Llamedo ha sido recibida por un piquete informativo de los sindicatos de educación y asegura que la propuesta para resolver el conflicto llegará mañana, en la reunión a la que quedaron emplazadas las partes tras el infructuoso encuentro del lunes.
Según la vicepresidenta la de ayer fue «una toma de contacto» porque «pese a que estábamos al tanto» teníamos que ver exactamente cómo estaban cada uno de los puntos en discusión«. Llamedo ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa: »Que a nadie le quepa duda de nuestra apuesta por la educación pública«. E insistió »este Gobierno siempre ha apostado por ella, de hecho nuestros alumnos tienen los mejores resultados».
Gimena Llamedo ha hablado esta vez en un clima más calmado y sin escuchar pitidos como los de ayer, cuando fue recibida entre gritos y protestas a su llegada a la reunión con los sindicatos, junto al consejero de Presidencia, Guillermo Peláez. El encuentro se prolongó por más de dos horas pero lejos de llegar a ningún acuerdo la Junta de Personal terminó por acusar al Gobierno regional de querer «desgastar» al profesorado.
El consejero de Hacienda y portavoz del Principado, Guillermo Peláez, se ha expresado prácticamente en idénticos términos en Oviedo con la esperanza de llegar a un acuerdo en la reunión de mañana. Ha asegurado que «vamos a presentar una propuesta a los sindicatos basada en su propia propuesta, que va a tener como objetivo mejorar la educación pública». Peláez ha querido insistir en que «este es el único gobierno que defiende la educación pública mientras la derecha está aprovechando para atacar, cuando siempre han defendido la educación privada».
También ha recordado que «siempre hemos estado abiertos al diálogo»: «Se dio marcha atrás a la suspensión de la reducción de jornada porque se ponía como condición para que haya diálogo y los sindicatos pidieron insistentemente la dimisión de la consejera y la consejera ha dimitido», señaló al tiempo que no olvidó las críticas: «Se traspasó la barrera política y se entró en lo personal y eso no puede ser».
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