La huelga de enseñanza asturiana hace saltar las alarmas en el PSOE: «Hay que actuar ya»

Ya en aquel momento, en el socialismo asturiano hubo quienes advirtieron al presidente y secretario general de la FSA, Adrián Barbón, del precedente que se fijaba con ese acuerdo, cediendo en todas y cada una de las reivindicaciones de los trabajadores de ITVASA. «Luego vendrán más», advirtieron algunos dirigentes. Y ahora, cuando los profesionales de la educación están en pie de guerra, aquella profecía parece que va camino de cumplirse.

En la FSA vuelven a escucharse voces críticas con la gestión del conflicto que se está llevando a cabo. No es el típico y tópico «ya te lo dije yo», sino la exigencia de reconsiderar la estrategia que se está llevando a cabo en el partido, que en los últimos meses se ha visto incapaz de dar respuesta a las crisis a las que se está enfrentando el Gobierno: el accidente de la mina de Cerredo y la posterior dimisión de la consejera Belarmina Díaz; la comisión de investigación de aquella tragedia que a punto estuvo de suponer una ruptura con la diputada del Grupo Mixto Covadona Tomé y, en estos momentos, el único apoyo que le queda al Gobierno de coalición PSOE-IU-Convocatoria por Asturies, y, ahora, la huelga en la enseñanza.

Algunos dirigentes socialistas consultados por EL COMERCIO no ocultan su preocupación por los últimos acontecimientos y el desgaste que está causando al partido y al Ejecutivo regional. «Las alarmas ya suenan», afirman. Con los docentes en pie de guerra, son ahora los trabajadores de Derechos Sociales y Bienestar los que inician movilizaciones. Para hoy han convocado una concentración ante la sede de la consejería. Demasiados frentes los que se le abren al Gobierno.

Por ello, consideran necesario reconsiderar la estrategia política de la FSA. «Tenemos que actuar ya antes de que sea demasiado tarde», añaden. La legislatura está a punto de cruzar el ecuador y el margen de reacción se acorta. Y más cuando, además de los problemas propios de Asturias, el contexto nacional no ayuda en nada al PSOE.

A la hora de analizar la situación, estos dirigentes socialistas coinciden en afirmar que el partido ha perdido el liderazgo del relato y que es necesario «movilizarse» para «recuperar credibilidad. La estamos perdiendo y nos está matando».

La composición de la actual ejecutiva del partido tampoco está ayudando al partido a liderar ese relato: cuando el secretario general es el presidente del Principado y las número dos y tres, Adriana Lastra y Dolores Carcedo, son la delegada del Gobierno y portavoz del grupo parlamentario, respectivamente, el margen de respuesta desde el partido se ha reducido mucho. Basta con acudir a las hemerotecas y ver cuántos dirigentes de la FSA, al margen de Barbón tras las reuniones de la ejecutiva, han salido a hablar en los últimos meses: uno, el secretario de Organización, Luis Ramón Fernández Huerga. Fue él quien ayer, tras más de una semana de conflicto, rompió el silencio del partido.

Recuperar, pues, el liderazgo del relato y, por tanto, la iniciativa política, es una de las reclamaciones que se están haciendo por parte de dirigentes socialistas. Pero no la única. También la relación con Izquierda Unida.

Desde que el PSOE firmó el acuerdo de Gobierno con IU-Convocatoria por Asturies, que fue apoyado por la militancia, en el partido se escucharon posiciones contrarias al mismo en el partido. Y ahora, vuelven a escucharse posiciones contrarias. Y desde las últimas semanas cada vez más.

A las tensiones que ha vivido la coalición de gobierno en los dos años de legislatura –la tasa turística, la reforma fiscal, la ordenación de los parques de baterías o las directrices de comercio han sido sólo algunas– se suma ahora el apoyo de Izquierda Unida a las reivindicaciones de los docentes. La presencia de dirigentes de la coalición en la manifestación de ayer en Oviedo ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia para muchos en el PSOE.

«Estamos ya cansados de la deslealtad de IU. No se puede ir con la feria y venir con los del mercao», critican. Por ello, consideran necesaria la revisión del acuerdo de gobierno. «Es el momento de hacer balance de este acuerdo y decidir sobre la conveniencia no de mantenerlo», defienden algunos dirigentes de la FSA. Este asunto podría ser puesto encima de la mesa en la próxima reunión del comité ejecutivo autonómico de la Federación Socialista Asturiana.