Borrar
Urgente Arde un coche en la 'Y' y genera cinco kilómetros de atasco entre Avilés y Serín
Óscar Fernández, antes de tener que retirar el cartel de su negocio. PABLO NOSTI

Óscar Rodríguez, hostelero en Avilés: «No me puedo gastar otros cinco mil euros en acristalamiento»

Se revuelve contra las exigencias municipales para mantener abierta la cafetería que acaba de arrendar en El Carbayedo

Miércoles, 4 de junio 2025, 02:00

La Bodega Pasiega tenía pensado cerrar los martes por descanso, pero ayer era martes y abrió ante el temor de que le queden sólo días contados. El cántabro Óscar Fernández se estrenó como hostelero en Avilés con este local bajo los soportales de la avenida de Portugal el pasado mes de diciembre, con mucha ilusión y tras asumir una costosa reforma. Lo que no esperaba es que, tras cumplir todos los trámites pertinentes, la medición de los niveles de ruido amenazara con el cierre de su negocio. Agobiado y rayando la desesperación, decidió colgar el lunes un cartel en el ventanal del establecimiento denunciando la situación. De momento, ha captado la atención mediática y ha recibido la llamada de dos concejales pero, en principio, no se atisba una solución para el conflicto porque, por su parte, la capacidad de inversión está prácticamente al límite.

Según explica, en la medición acústica llevada a cabo por su parte salió que en la zona de la cristalera, la que da a la calle, se pasa de los 60 decibelios permitidos por la ordenanza. Cambiar los cristales le cuesta 5.200 euros y, tras los gastos en el resto de la reforma, no puede asumirlo. Aparte, discrepa de la circunstancia de que un bar que cierra a las once de la noche como el suyo y uno que abre de noche tengan el mismo tipo de licencia y se les aplique la misma normativa contra el ruido. «No tenemos música amplificada, sólo la televisión, y cerramos a las once», recalca.

Incluso el hecho de que él hubiera firmado un seguro de responsabilidad civil por 150.000 euros y le hayan obligado a cambiarlo por 150.001 euros le lleva a pensar que en las administraciones no facilitan la inversión y el negocio del pequeño empresario.

Por eso, enfadado y abrumado por el devenir de los acontecimientos y tras haber transmitido su malestar al Ayuntamiento, cubrió la cristalera con un cartel de protesta que apenas duró veinticuatro horas porque la llamada de dos concejales le animó a retirarlo. «Lo he quitado como señal de buena voluntad. Ellos me dijeron que me daban un margen a ver si puedo hacer algo, pero ese es el problema: que yo no puedo hacer mucho. No me puedo gastar otros cinco mil euros en acristalamiento», manifiesta.

El arquitecto con el que ha trabajado le sugiere contratar a otra empresa de medición «menos rigurosa», pero a él eso no le parece solución porque no solo tendrá que abonar otros 500 euros sino que, en el fondo, considera que es «trampear» la realidad. Lo que no se explica es cómo pudo estar abierto tanto tiempo ese negocio años antes de que él llegara.

Su ilusión lo había llevado a gestionar su participación en la próxima Noche Blanca, pero visto lo visto ha decidido no hacer nada.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Óscar Rodríguez, hostelero en Avilés: «No me puedo gastar otros cinco mil euros en acristalamiento»

Óscar Rodríguez, hostelero en Avilés: «No me puedo gastar otros cinco mil euros en acristalamiento»
OSZAR »