En la fiesta de las Cruces de Mayo de Lebrija reinó un santo madrileño, desconocido por esos lares andaluces, pero un jugador objeto de veneración por la parroquia blanquiazul del Real Avilés Industrial. Los más de 150 seguidores desplazados a tierras sevillanas, y los miles que estuvieron pendientes de una u otra forma del partido de ida del 'play-off' de ascenso, se encomendaron de nuevo a 'San Álvaro' para no acabar el partido con el mal sabor de boca de la derrota, y además desde el punto de penalti, tras una decisión rigurosa del árbitro.
Publicidad
Con unas creencias u otras, lo cierto es que el silencio que se creó pasado el minuto 90 en un campo que hasta ese momento había sido una caldera parecía más el de una ceremonia religiosa que de un partido de fútbol. El Real Avilés había conseguido apagar las gargantas de los 2.000 aficionados del Atlético Antoniano durante muchas fases del partido de este sábado, pero curiosamente fue en la mejor ocasión para los locales cuando la grada bajó varios tonos los decibelios y se reservó para celebrar un gol desde el punto de penalti que parecía cantado.
Guille Campos debió sentir el escalofrío porque emprendió andando la dirección al balón, se paró, amagó, quiso engañar a Álvaro, pero el meta del Real Avilés ahí seguía, imperturbable, clavado, sin un atisbo de nervios. Aún así, y a pesar de lanzarse a última hora hacia el lugar adecuado, el penalti iba bien tirado, pero tampoco fue suficiente porque Álvaro tiró de reflejos y desvió el balón lo suficiente para que se fuese por encima del larguero.
La nueva parada salvadora del madrileño se celebró como un funeral en Lebrija y como un gol de la final de la Champions en una pequeña esquina del estadio y en todo Avilés, con el polideportivo de La Magdalena como epicentro de la fiesta. «Hice lo que pude para ayudar al equipo, y nos vamos vivos de una eliminatoria y un campo muy difícil, donde todos los equipos que vinieron aquí sufrieron y ahora nos queda nuestro partido en casa, que es donde lo vamos a culminar», asegura Álvaro Fernández.
Al hablar de la acción del penalti, el cancerbero blanquiazul reparte méritos. «Esto no es sólo mío, creo que el análisis que hacen todos los compañeros, Miguel, Álex, que hemos estado estudiando los lanzadores del otro equipo. Si no me hubieran pasado los lanzadores esta mañana seguramente no lo hubiera parado. Me dijo dónde iba a ir y gracias a Dios pude ejecutarlo como él me había dicho, y en este caso si no es por Álex no lo hubiera parado», destaca.
Publicidad
¿Esa parada puede valer una eliminatoria? «Bueno, he podido ayudar, es mi trabajo, espero que pueda servir para que el equipo pueda coger esa confianza y en la vuelta con nuestra gente lo culminemos», añade Álvaro con la humildad que le caracteriza.
Eliminatoria complicada
Los jugadores del Real Avilés sabían que este partido de ida no iba a ser sencillo. «Al final sabíamos dónde veníamos, era un campo muy difícil, lo habíamos hablado durante la semana. Sabíamos que era un equipo muy complicado, por eso está aquí, nos lo habían puesto muy difícil y al final ellos iban a tener su momento, jugaban en su campo. Creo que el equipo sale más que vivo y ahora nos toca culminar», valora el portero del Real Avilés.
Publicidad
En cualquier caso, tanto él como sus compañeros confiaban en que «el equipo podía ganar. Hemos estado muy cerca, sabíamos que ellos eran un gran equipo y que iban a tener la suya, pero ahora sabemos que lo vamos a hacer. Jugamos contra un grandísimo rival, que hoy lo ha demostrado, pero en nuestra casa con nuestra gente nos va a llevar en volandas y lo vamos a cumplir».
Álvaro Fernández también definió el papel de la afición desplazada a Lebrija como «un auténtico orgullo, gente como la que ha venido es para darles las gracias, porque se ha recorrido toda España por un sentimiento, por un escudo, por un equipo, y lo único que puedo hacer es agradecerles porque esto nos ha sacado vivos de aquí. Sólo les pido que para el partido en casa nos lleven igual en volandas, que esté el estadio lleno, y vamos a responder».
Publicidad
Y si hace falta, que vuelva a aparecer 'San Álvaro', «aunque esperemos que no lo haga, pero espero ayudar en lo máximo al equipo. Confío en todos mis compañeros, en todo el cuerpo técnico, en el club y en la ciudad», concluyó el portero madrileño después de otra exhibición magistral en Lebrija.
1 trimestre por solo 3€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.