Condenan a un hombre a veintidós meses de cárcel por agredir a su hijo pequeño en Oviedo
Agarró por el cuello al niño, le dio una bofetada en la cara y puñetazos en los brazos, y le restregó un calzoncillo manchado con heces por la cara
Lo agarró por el cuello, le dio una bofetada en la cara y puñetazos en ambos brazos; después, cogió un calzoncillo manchado de heces y ... se lo restregó por la boca. Es el resumen de la agresión de un padre a su hijo, menor de edad, en Oviedo. Ocurrió a principios de septiembre de 2022 cuando el pequeño pasó unos días en casa de su progenitor y la pareja de este mientras su madre realizaba una mudanza. El juicio tuvo lugar la semana pasada en el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo y ya hay condena: un año y diez meses de prisión para el hombre por los delitos de lesiones en el ámbito familiar y contra la integridad moral del niño, y de diez meses para su entonces pareja por el mismo delito de lesiones, pues ha quedado probado que también maltrató al niño. Le arañó el cuello y le sujetó ambos brazos mientras su padre le golpeaba, según la sentencia, a la que ha tenido acceso este diario.
La voz de alarma, según informó entonces EL COMERCIO en exclusiva, la dieron los vecinos, que llamaron a la Policía Nacional tras escuchar lo que estaba ocurriendo en la casa del padre del pequeño. No obstante, los agentes no hallaron pruebas de agresión en una primera visita al domicilio (encontraron al menor en el baño del piso en ropa interior) y fue la madre la que acudió después, cuando conoció estos hechos de boca de su hijo, a dependencias policiales a denunciar estos hechos.
Durante el juicio, se visionó la grabación del testimonio del menor realizada durante la instrucción. «Me pegaron por todo el cuerpo menos por debajo de la cintura»; «me pegaron los dos»; «me insultaron con palabrotas»; «papá me obligó a comer caca porque se me escapó la caca», «es un problema que tengo» fueron algunas de las frases del niño. Este también precisó que las heridas en las rodillas fueron por caídas, pero que «en los brazos fueron ellos»; que todo sucedió después de comer; y que le pegaron «muchas más veces», pero que nunca había dicho nada porque le decían que «ni una palabra», pero que esta vez lo contó «porque no me dijeron nada de contarlo».
El relato «sesgado» del padre
El juez manifiesta que frente a la «contundencia» de la totalidad de la prueba practicada, el acusado realizó «un relato sesgado omitiendo los detalles que tuvo por conveniente». Sólo admitió que su hijo se defecó encima y que le mandó ir al baño a lavarse. También califica como «similar» el relato de la pareja de este. Aseguró que el niño tenía una «rabieta».
No fueron los únicos, concluye el juez. «A fin de favorecer a ambos acusados», la tía de la mujer, que declaró como testigo, «ofreció un relato mendaz afirmando no haber visto que los acusados hubieran pegado al niño». Esta llegó a llamar a la madre del menor asegurando que el niño se había autolesionado.
Por otro lado, los procesados también tendrán prohibido acercarse al niño a menos de 300 metros y el padre estará inhabilitado para el ejercicio de la patria potestad por tiempo de 3 años. También deberán indemnizar con 2.600 euros al pequeño a través de su madre, cuya parte en el proceso ha sido la de acusación particular, representada por el letrado Manuel Belinchón.
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