Los escándalos políticos sin vacaciones
Pedro Sánchez se muestra la mar de feliz pensando que los compromisos internacionales, algunos más que prescindibles, le van a proporcionar un par de semanas ... parlamentarias de descanso en medio de la tormenta política que le anticipa la pérdida del poder que tanto le apasiona. Es de imaginar que ese día, anticipado por los seguidores de la crisis abierta hace varios meses, le tranquiliza y le facilita hacer planes partiendo de la proximidad de un verano que le prolongará unas semanas en La Moncloa y alguna fuera de Madrid, quizás Lanzarote, alejado de los escándalos que le acechan un día sí y otro también.
La esperanza ya sabemos que es lo último que se pierde, y el presidente del Gobierno ya tiene experiencia en resistir, más incluso de lo que viene haciendo, pero las perspectivas que tiene de prolongar más su empeño dependen de unos elementos tan frágiles que ningún observador bien informado pronostica que pueda mantenerlos por mucho tiempo. Ahora mismo no hay ni un solo elemento a tener en cuenta que avale sus esperanzas. Los escándalos, agravados por la corrupción en su entorno, incluido el familiar, lejos de terminar anticipan que seguirán multiplicándose. Él es reacio a reconocerlo, lo mismo que a dimitir, como se le exige, y quizás pueda aguantar un poco sin hacerlo.
Claro que el abandono del poder al que se aferra no depende sólo de él. La UCO continúa investigando con nuevos elementos de sospecha y desde la Unión Europea, donde ya no cuenta con su solidaridad ni mucho menos, es previsible que seguirán aportando datos que cerrarán más el cerco que le agobia y acabarán por imposibilitar su ambición de llegar a las elecciones de 2027, donde ni su continuidad ni el relevo que salga de las urnas escaparán de su control. Mientras tanto, también está la posibilidad de tener que enfrentarse y caer en el intento de una moción de censura. Muy difícil de partida, entre el Partido Popular y Vox no suman los escaños necesarios para ganarla, aparte que sólo intentarlo estigmatizaría a Núñez Feijóo por pactar y ceder ante la extrema derecha que inquieta en toda Europa.
La moción de censura se abrirá camino hacia el éxito si es secundada por alguno de los seis partidos, independentistas y de izquierda, que sustentan al gobierno, algo que de momento no parece fácil, aunque conociendo los vaivenes de la actividad política no es imposible que alguno renuncie a seguir apoyándolo. Hay dos razones que pueden facilitar esa ruptura: una, que la debilidad de Sánchez le impida atender a las exigencias cada vez mayores para su apoyo; y otra que se percaten de que seguir respaldando a un líder tan desprestigiado deteriora su imagen y lastra sus perspectivas en las urnas. Hay detalles que no deben ser pasados por alto: en las entrevistas que el miércoles y jueves mantuvo Sánchez con las delegaciones de todos partidos, solo Bildu aceptó que se les fotografiasen juntos.
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